El desarrollo de nuestra Empleabilidad, ese cóctel de actitudes y aptitudes que se articula como la capacidad para conseguir un empleo y para evitar el desempleo, debe ir desde adentro hacia afuera. Hemos de empezar partiendo de nosotros mismos, del conocimiento de nuestros puntos fuertes y débiles, de cómo pensamos, de cómo sentimos y respiramos. ¿Hemos mirado bien dentro de nosotros mismos? Desde ahí, progresivamente tenemos que ir entrenando nuestras relaciones con el exterior (personas, empresas, profesionales, etc.) y poner en prácticas estrategias para optimizarlas.

Algunas de las competencias clave en el proceso de búsqueda de empleo son las siguientes:

  • Autoconocimiento.

En primer lugar, hemos de centrarnos en identificar nuestras potencialidades, recursos, motivaciones, limitaciones, etc. ¿Qué hacemos bien y qué necesitamos mejorar o adquirir? Ello ha de servir para la construcción de una imagen y un autoconcepto positivo, que valore y se base en la confianza en las capacidades propias, explotando mejor nuestros recursos. También nos servirá para identificar áreas de crecimiento y mejora, y nos permitirá focalizar los objetivos.

  • Motivación hacia el aprendizaje permanente.

La vida va cada vez más rápido. La revolución tecnológica, los procesos y las formas de actuar cambian de manera vertiginosa. Lo que ayer era válido, hoy ya no lo es tanto. Por ello, es clave desarrollar una motivación por el aprendizaje continuo, que parta de la capacidad de saber analizar nuestros déficits o gaps formativos, qué nos falta o no tenemos bien desarrollado, manteniendo siempre una actitud positiva hacia el aprendizaje para mejorar nuestras competencias (técnicas y transversales).

  • Capacidad para analizar el contexto laboral.

Saber identificar los requerimientos del contexto laboral (puestos de trabajo, perfiles, etc.), la evolución sectorial, las competencias más demandadas, necesidades, etc. es esencial para desarrollar un plan y una estrategia que derive en resultados positivos. ¿Cómo está nuestro sector? ¿Qué tipo de perfiles se requieren? ¿Por dónde irán los tiros en el futuro? Es muy útil crear nuestro propio “archivo”, investigar e indagar sobre todo esto consultando ofertas de empleo, noticias, informes, acudiendo a charlas y eventos, preguntar a expertos, entre otros.

  • Flexibilidad y adaptación al cambio.

La capacidad de generar estrategias para adaptarnos a los cambios, para ampliar horizontes, contemplar nuevas posibilidades, analizar virajes y reciclajes profesionales es muy importante. La incertidumbre en el mercado laboral es cada vez es mayor, y debemos estar alerta y en constante adaptación. La creatividad y el probar cosas nuevas es también un elemento de suma importancia. No esperemos resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo de siempre.

  • Iniciativa y autonomía.

Hemos de ser los responsables de nuestros propios actos, actuar sin necesidad de acudir a terceros para solicitar su ayuda, o esperar a que alguien llegue para salvarnos. Tenemos que anticiparnos, poniendo sobre el tablero aquello que depende de nosotros mismos. En definitiva, “hacer que las cosas sucedan”.

  • Competencias digitales.

El uso de herramientas digitales es clave tanto para el proceso de búsqueda en sí mismo como para aumentar la empleabilidad, ya que el número de puestos de trabajo que requieren este tipo de competencias es cada vez más elevado. Debemos acercarnos al concepto de “nativos digitales”, puesto que el futuro se ubica ahí. Nos guste o no, el entorno digital y las redes sociales han llegado para quedarse.

  • Planificación, organización y gestión del tiempo.

El desempleo, sobre todo cuando se prolonga en el tiempo, mina nuestras capacidades de planificación y organización. Mejoramos nuestra empleabilidad cuando adquirimos marcos y herramientas para establecer prioridades, planes de acción, optimización de medios y recursos. Técnicas como la matriz de Eisenhower, herramientas como Google Calendar o Evernote nos pueden ayudar mucho a desarrollar estos aspectos.

  • Habilidades sociales.

Como “animales sociales” que somos, nuestra empleabilidad aumenta considerablemente cuando tenemos adecuadamente desarrolladas las “social skills”. La capacidad de comunicarnos adecuadamente de manera verbal, no verbal y digitalmente, la persuasión, el liderazgo, la competencia para generar relaciones productivas de carácter profesional y personal, el cuidado de nuestra marca personal son aspectos fundamentales para hacer networking, afrontar las entrevistas de trabajo, causar una impresión positiva, etc. Se trata de competencias que se pueden entrenar y mejorar.

  • Competencia para el trabajo en equipo.

Si la búsqueda de empleo la hacemos en equipo, y no solos, las posibilidades aumentan considerablemente. Hemos de ser capaces de trabajar colaborativamente, compartir recursos, conocimientos, experiencias y que esos procesos se orienten hacia la consecución de objetivos comunes, desarrollando además el compromiso, sentido de pertenencia.

Si estas buscando estrategias para mejorar la empleabilidad, puedes consultar nuestro apartado de candidatos donde puedes encontrar entre otras cosas ¿cómo mejorar el currículo? o ¿cómo practicar para los test de psicotécnicos?, no dudes en contar con nosotros para encontrar el trabajo que buscas.

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